jueves, 14 de agosto de 2014

Escenas. 2.

Estábamos saliendo de aquella clase, en la noche, a eso de las 20 horas del día, abrí la puerta, no hizo sonido, una onomatopeya muda. Allí estábamos charlando de cómo nos íbamos a preparar para el futuro, las notas, el profesor, la carrera, los diseños.

- (...) Pero tenemos eso listo, con aquél grupo y nosotros estamos bien, no hay de qué preocuparnos.

Pasaba ahora mi compañero delante mio, ignorando que tenía al frente, esa vista típica, yo le seguía también ojeé sin interés la vista con el rabillo del ojo, pero las luces parpadeaban a tiempos desiguales. Me detuve y no volvieron a parpadear quedaron estáticas, como animal tímido al ser visto. Mi compañero continuaba caminando y hablando, su voz ahora era algún idioma extraño, hablaba español pero no entendía ninguna palabra que decía, estaba más concentrado en aquellas luces.

Empecé a apoyarme en un pie y luego en otro, la posición de mi cuerpo a algún tercero seguramente parecía dudar en si ir adelante ó atrás, me balanceaba con algo de lentitud. Al poco tiempo volteó a ver mi compañero por que había quedado callado , continuaba hablando pero hizo media vuelta para observar mi particular acto de indecisión.

- (...) los bocetos y listo.

De alguna forma sus palabras volvieron a tener sentido al dar media vuelta, sabía que le estaba ignorando, mi mente tendría que prestarle atención de nuevo.

- Vea allá, las luces.

Volteó a ver, al parecer creía que vería algo espectacular, pero era la misma imagen de siempre, en los cerros algunas casas y edificios que se alzaban a sus pies con luces encendidas.

- Ah, las luces.

- Sí, las luces. Y detrás de ese árbol, parecen parpadear con las hojas, a destiempo, como luces de navidad, muévase un poco.

Sí, era obvio aquél efecto, pero no repitió el mismo gesto que yo, sólo dio medio paso hacia adelante, eso bastaba y con una pequeña carcajada asintió:

- Jajaja, sí, es cierto.

*Nota: Les debo una foto.

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