jueves, 27 de noviembre de 2014

Ibi

Quien creería que se alimentaría de los deseos imposibles.

De eso, nosotros, humanos,
se alimenta más del recuerdo que del presente.

El presente increíblemente infinito y pasajero, instantáneo,
lo que le hace durar no es más que el pasado.

¿Qué puede hacer aquel que no tuviese memoria?,
no podría vivir un instante del presente.

Así me excuso con los deseos.

Entre más imposible el deseo mejor,
sea por que nada es imposible,siempre que el deseo no sea físicamente imposible, y por que al obtener, del "deseo"  se queda uno vacío, pues la sensación del deseo no se puede atrapar.

- ¿Qué tiene que ver la memoria y los deseos?, ¿Adán?
- Dije que era una excusa.
- Es una distracción.
- ... Sí, piérdete en esas palabras Eidan.

"¿Porque si uno no confía en la memoria, en qué confía?"

lunes, 24 de noviembre de 2014

Escenas, 4: Sí. Mrs. S

De pequeño, no leía tanto, no leo mucho ahora tampoco, pero había algo en esos libros en primera persona que me atrapaba, la despersonificación total mía mientras leía me atrapaba en otro mundo.

- Acabo de darme cuenta, esta es mi vida y este es mi cuerpo.

- Sí Juan, esto no es un juego ni un libro donde puedes estar cambiando de cuerpo en cuerpo.

Creo que es uno de los recuerdos más fuertes de mi vida.

La obviedad de mi vida, la constancia impasible de lo ajeno del día a día.
Lo olvidadizo de lo temporal, lo efímero.
Lo incaptable de las memorias objetivas.

Y las lagunas que una a una se amontonan haciendo un mar de vida.