viernes, 12 de octubre de 2012

Nada

Quizás desea la nada, adquiere la nada,
se llena con la nada,
quiere la nada.

Él y la nada, Ella y la nada,
de la nada quisieron lo típico.

El nada que tener,
el nada que seguir,
el nada de pertenecer
el anda que encontrar,
el nada que pelear,
el nada que llorar,
el no hogar.

El eterno llanto.
el regalo vacío,
el nada de sí vacío,
el nada de la privacidad.

El nada de sí,
el nada del sentir,
y del sentir de los demás,
el engaño de los demás.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Del andar de la vida

Cánticos, música andante, juegos de luces brillantes animan mi mirada que curiosa observa el cielo y alrededor, escruta pensamientos, sentimientos y decisiones andantes. ¡Ah!, el ligero tropiezo, el "debo prestar atención".
Claroscuro de brillantes y sombras se juegan a la pelea al día y la noche, que con interés resalta con un sin medir de efectos las ideas y los dibujos.
De la caída de la depresión y el desgarre interno de un sinfín de órganos gigantes que no habitan en el cuerpo y que termina siendo el mismo corazón, este que no sangra cuando está lastimado, por que no sabe que tan profundo lo está y que tal como el pasar del día le importa más el andar que la suerte de él mismo, suerte que es buena, que no deja caer en el propio ego, tal como el cielo, las nubes, el pasar de la obscura noche, del tiempo ajeno, del desnudo del fluir y de lo típico del devenir.
Tras grandes ojos inocuos, que no se vacilan que observan sin ser órganos, que no miden, ni justifican ni pretenden juicio, la influencia y la manifestación del todo de lo que es y no es, allí el fluir de almas, del deseo, de la historia, el registro, la idea, el karma y la paga.

¡ Rebosante en colores con luces, defines tus matices con el caer del agua ambiente que veo!, déjame tropezarme con la idea del vivir, no del juego de vivir, sino del sobrevivir, y que el canto de alegría sea de un deprimido que se golpea con la realidad y el dolor que le hace vivir, revolcarse y dejarse marcado ideas, pensamientos y otra cantidad de lo que es el sobrevivir en su mente y en su vida.

El gozo y regocijo de la emoción, alegría, lo diminuto de cada cosa que disfrutable como el del pequeño animal que calma la sed, el deseo, el instinto, el calor, el sin razón de la razón, el deseo de la idea y del pensamiento vacilante que con su vaivén despierta en lo onírico de los sueños.

Y disculpen los saltos mis lectores, no ha sido más que el rebotar de una pelota, que con ritmo definido golpea el suelo, repica según de donde viene y sin pena demuestra la energia que le fue transmitida y que no pertenece precisamente a ella.

El viento frio y el cigarrillo que quema los labios.

Que con despereza entra el viento por la boca,
viento, humo negro, inunda los pulmones,
que como el vapor del frio sale junto con pensamientos.

La desesperación de la impotencia que alto se manifiesta,
vuela la colilla, cae, repica, y sigo con las mismas charlas,
las que distraen y son tan distantes y aparte a los propios pensamientos.

Destruye el frio el momento y se ocultan las manos,
acaba el momento y duele, molesta, incomoda la sensación,
hiperactivo no soy, pero hay que acabar con esto,
que molestia, el no hacer nada.

Y el no tener nada que hacer.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Vistazo

Somero recuerdo de cada una * es tan irónico, por que bien, es bastante profundo el recuerdo. Como echarle una hojeada, una breve mirada, un sopetón de un abrazo a su existencia, pero tan ligero y silencioso el sentimiento, como el de un amor no correspondido.

miércoles, 13 de junio de 2012

Ve a ver que... que el despido.

Que el despido, dulce, carnal y amargo...
cómo duele lo que extrañaré,
por tiempo... que vuela, no sé.

¡Que vuele entonces el tiempo!
que me de la oportunidad y la vida misma a entregar
que no sea despedida sino compañía,
que no tenga que arrepentirme de amar.

Que la extraño y estará siempre,
que lo que eche al viento lo recogí
y por no perderle, el viento se fue
el viento que, fue y que se llevaría todo,
que nostalgia me dio y mis ojos aguó.

El viento fue,
¡el viento se fue!
pero en otra vida volaré con el,
para no dejar en manos de él,
lo que no debí dejar sino, ser.

domingo, 4 de marzo de 2012

El vacío del astro

En esta noche, tan simple y aletargada,
haces dormir y te has olvidado de mi
no me duermes, haciéndome un observador de la luna.

Lunático me has hecho, pero hoy veo de largo,
Luna nueva es.

domingo, 19 de febrero de 2012

Ventilador.

Acariciando el cuerpo con el viento que impulsas
cual inevitable caer y deslizar del agua,
se desborda la energía usada en este objeto eléctrico en vientos,
refrescándome por igual si guardo silencio viendo la luna que no es,
o si es y duermo.

Engañando mis oídos, creyendo que es un sonido mas bien sutil,
grandes ruidos toca armar a mi alrededor para despertarme.
Vacío en el calor que deshacer, que hasta se duda de ti,
copia energética del viento jovial en el ocaso.

Chillas y quejas, pero que acunas con eso,
tal como mecedora ruidosa a bebe consentido,
por una abuela propietaria de dichosos, rústicos y toscos sonidos,
me balanceas con un alboroto adentrado ya en mi para hacerme dormir.

Andar, Aire.

A andar, les eché a volar,
las deudas que jamás me pesaron pero que no podría saldar
la suavidad y la blancura de tales,
quizás otro se quería hacer de ellas
Yo, egoísta, interesado, las quise tomar, a ver si les podía llenar.

Mejor que yo seguramente realizarían;
saldar amor es bello, es grato,
yo vacío y ansioso solo enrojecía la blanca piel
la que con ánimos en realidad trataba saldarme a mi.

Juegos, que fueron estos más que las caricias,
pero que trémulo una vez trate de llenar
de remplazar lo tosco en mi y lo jocoso,
esforzado era, lo intenté, vanamente entonces.

Al final, sólo a la salida le pude escribir,
haré sangrar el sentimiento, haré derramarse,
lo que queda como una buena marca yo soy...

Cicatríz, veneno ególatra, narcisista, Egocéntrico.

Me quedaré con una deuda, sin ser así para mi, le agradeceré
le llenaré, de lejos, como pueda, como en realidad podría yo,
este erizo no podría acariciar tan suave criatura,
infantil, vivaz, alegre, ¡al viento!, al aire...

El color que se perdió

Que ni en un color veo los tonos, que ni en uno, no veo cambios,
que sea el color que olvidé de niño o que dejé de bebé en irracionalismos,
que se me escaparon los recuerdos y los borré con las manos
que se me desbordó el jarrón de sentimientos
que botando agua se dió gusto y que sin una gota ha quedado.

Asi deseé probar el limpio sabor del sin sabor,
ver el tono que lo funde todo,
el acabar de la existencia que lo hace nada,
y que probar tal deseo sería semejante indecencia.

Escupir me han hecho del deseo egoísta,
vomitado todo en lágrimas; que fina verguenza,
Monocromaron mi visión y todo lo devolvieron,
en escalas grizes y luego lapizlazuli.

De borroso y aguado me secaron,
arden con dolor lo llorado,
lo que siempre has estado,
y que hasta ahora lo has ignorado.