miércoles, 6 de marzo de 2013

Lo del contraste disparatado.

El salto de encanto entre colores,
la definición y relieve de bajos y altos
el control de frecuencias dadas en el sonido,
la arena con el mar unido.

El agrado de los colores brillantes, lo definido del claroscuro.

El dilema se ha hecho de lo que creía gusto,
se hizo el capricho,
lo terso del contraste era el relieve,
el antagonismo era paralelo;
desentendido del brillo y de lo obscuro,
y entonces, al final pues,
decididos por lo decadente de un degrade,
huyeron a hacer lo que fuese del arte.

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