martes, 2 de marzo de 2010

Untitled

Se desprendió de su pecado, y se dirigió al lavabo,
pensó que su pecado se dezlizaría por la tubería,
ó que su calor, que quedo luego de sus ansias quedó,
se calmaría con el agua que corria del lavamano.

Sus limpios ojos se desaliñaron,
se dejaron llevar,
buscaron sabor en materias, paro quedaban insatisfechos,
y muriéndose en su gula se obscurecieron en malos pensamientos.

Pensaba que cosa como esas acabarían pero no sabía que poco a poco quedaría mas inmerso en ellas.

Sus brazos, poseidos por la tentación, se dejaron llevar por la exitación, y una pequeña epilepsia nació.

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