miércoles, 3 de julio de 2013

Paella

Te halo amiga mía,
te tanteo con anhelo,
desde la lejanía.

Aún no aceptas mis brazos,
los que tienden largos por tí.

Hallándome abrazado por la tierra y el tiempo,
y rechazado por la ausencia y el destierro,
me encuentro lejos de ti.

Aún en este mismo cielo de los dos,
suspiro y prometo esta y otras vidas,
hoy que estás apartada,
hoy que no estás preparada,
no escuchas,
pero tú querida, ¿volverás a mi?.

¡Que sea el deseo suficiente,
del buen aprovecho!,
que tus oídos no sean renuentes,
para que nuestro cauce dentro del tiempo,
fluya y sea un mismo hecho.

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