Que ni en un color veo los tonos, que ni en uno, no veo cambios,
que sea el color que olvide de niño o que deje de bebé en irracionalismos,
que se me escaparon los recuerdos y los borré con las manos
que se me desbordó el jarrón de sentimientos
que botando agua se dió gusto y se quedo sin una gota.
Así deseé probar el limpio sabor del sin sabor,
ver el tono que lo funde todo,
el acabar de la existencia que lo hace nada,
y que probar tal deseo seria semejante indecencia.
Escupir me han hecho del deseo egoísta,
vomitado todo en lagrimas; que fina vergüenza,
Monocromaron mi visión y todo lo devolvieron,
en escalas grises y luego lapizazuli.
De borroso y aguado me secaron,
arden con dolor lo llorado,
lo que siempre has estado,
y que hasta ahora lo has ignorado.
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