Nosotros crecíamos en un mundo inimaginario y abierto, en ese tiempo una caja de arena.
Ese déa ella hacía las galletas.
I las cosas y las ideas, le podríamos repetir, necesitar y representar en granos de arena...
Pero ella la hacía realidad.
Probé las galletas que preparó con dulce de guayaba como un conocimiento extranjero más que como algo típico ó conocido.
Y lo reconocí más como placenta que como algo cognocible...
Era sentimiento, familia, era afable.
...
Y ahora cuando ella duda... mi mundo y ser duda.
Qué fácil tiembla mi mundo...
Qué fácil no puedo explicarle ni arreglarle.
Arreglémosle y arreglémosle en cierto ser inarrepentible.
Y ahora cuando ella duda... mi mundo y ser duda.
Qué fácil tiembla mi mundo...
Qué fácil no puedo explicarle ni arreglarle.
Arreglémosle y arreglémosle en cierto ser inarrepentible.
Porque este nunca se inmuta.
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