No sé, ya lo olvidé,
hoy lo acepto, lo noto,
la que posaba en mi mente,ahora no está.
Mi adorable y dulce musa.
Yo nunca te maldije querida mía,
te extraño, lo que no podrías imaginar.
Vuelve a mi, amiga,
posa, juega, ilústrame,
pues ya no sé escribir.
No sé desahogar lo inexpresable de lo inefable,
lo extraño de lo profundo,
lo vacío de un hueco,
lo bizzarro de la autodestrución,
lo empalagoso de la pasión,
y el tenue acogimiento del amor.
Torpe escribo ideas,
confundo letras y olvido palabras,
repito lo obvio y deshago lo sabio.
Ahora hablo una y otra vez del negro absurdo de la noche,
el cual contemplo una y otra vez,
por que si veo arriba,
llevo la idea de que quizás
te atrape de nuevo si te veo.
El último párrafo ha hecho sentir algo diferente dentro de mi . ..
ResponderEliminar