martes, 22 de noviembre de 2011

Amiga mía

En pequeñas palabras me puedo expresar,
en este escaso y mundano lenguaje mío,
que los cultos se riesen por este joven intentarlo;
desbordar tales sentimientos hacia tí, amiga mía,
empequeñecer inefables sentimientos.

Haciéndote bailar en mis pensamientos,
entre los amorfos límites de mi mente,
danzas amiga mía, quedandote aquí.
Porque si te detuvieras, si quedases quieta,
dejando de danzar, me acostumbraría.

Pero hasta me sentaría yo a darte vueltas,
para no detenerte.

Queriendo aprovecharme de ti
y de tu grácil sensualidad,
me expresaré vehemente, pero con pobreza
lo que se desgarra
de la punta de mis dedos,
la belleza amiga mía que desprendes
involuntariamente, y que mis hermanos,
de creación,
no podemos ignorar.

Que mi alegría no es mas que charlar,
intercambiar sentimientos, pequeños cuentos,
que si perdiera ese tiempo... Amiga mía
cómo duele ese tiempo.

Delirante divagante

Ese par de hojas que por yo desear que cayeran caerán...
¿pero acaso ninguna de las dos siquiera rozará mi mirada
desde que deseé verlas caer?, ninguna acariciará siquiera mis
manos, creo que jamás caerán al suelo, pero no esbozaran su figura
ni siquiera en mi vista, por desearles caer... pero... fui
yo quien deseo que cayeran... o fue un instante que creí
verlas adheridas a ese árbol.

Egoísta, egoísta, egoísta...

Quiero disfrutar la suavidad de tu piel, de tus mejillas,
deleitarme con lo poco que me das, pero no me dejes morir de sed,
por que tu eres fuente, no seas egoista conmigo.

Soy un egoísta... pueden ser efímeras las cosas,
pero lo fugaz tuyo permanece en mí, y como el egoísta que soy
quiero que lo que hablemos sea mío, el como te expreses,
que no sea igual con nadie igual, que me robaría el timbre de tu voz,
el tono de tu voz, me llevaría el silencio incómodo que guardamos a veces,
para contemplarle para disfrutarle, saber que en ese momento
silencioso te contemplaba así, así como te quiero.

Y quiero como egoísta que soy, ser tu protector
de tus recuerdo, de tus deseos, de tus impulsos,
de tus silencios, de tus miedos.

Quiero limitarme a lo que tengo y disfrutarle intensamente lo
que no he disfrutado.

Bella mujer

Ser ambicioso que involuntariamente
acapara inefable belleza,
que de diferentes formas y tonalidades,
terminas creando tontos y absurdos fetiches.

Destíname al exilio de estas tierras,
hastío y tedio es de lo que vivo aquí,
dame asilo en tus fauces,
dame espacio entre tus figuras,
no me quejo, me perderé en gloriosas experiencias.

Que tu ribera me dará para beber,
que tus tierras me darán de comer.

Mi pequeña cuna

Siempre que recuerdo ese lugar,
siempre que le veo,
está todo lleno de sucio, de sudor,
como si todos trabajaran todo el tiempo,
como si andaran con trapos harapientos.

Es un calor constante,
un tedio, un hastío.

Un pequeño viento es lo que todos desean,
¿pero que sería de la tierra caliente
que la hace lo que es?.

Mi pequeña cuna.

Ahora todos estamos cansados,
e ignoramos tu constante desangrar de 50 años,
tratamos de seguir adelante,
asesinando el futuro.

Mi pequeña cuna, Perdóname.

Locura de pez en el delta. (Derivado del monólogo del gusto por el agua)


¡Defórmame vida mía!
No quiero reconocer a este que vive en este cuerpo,
él ya saborea el límite de la cordura,
conoce la náusea que viven los consientes,
que aturden a los que ven.

Ahora quiero vivir, perdido en delirios,
pero estoy dudoso, me da vértigo ser un noctámbulo,
soy un anormal, no sirvo como foco en estos días.

Deshaz mis escrúpulos,
dame sentimientos bizarros,
¡ay!, ¡que ya no sienta la inocencia perdida!,
que ya no me duela la ingenuidad y la tontería.

Pero si me pierdo, en tan insólitos sentimientos,
que si me escondo de mi cuerpo, de mi hiancia,
¿Qué será de mi sujeto?, ¿del que me sostiene?.
¡deforma, o dame nueva vida!.

Asísteme locura, ilumíname extravagante,
hazme en el danzar de tu fuego,
que ya estoy inevitablemente atraída a ti.


PD: Agradecimientos a J. Avila por el dibujo.

Frío

Un filo frío me tienta,
seré un hombre nuevo, cosas nuevas brotarán de mí,
esta sustancia roja será la primera,
luego una blanca cristalina,

Se ve danzante, brillante, atrayente este vinotinto,
no mi pequeño, no te asemejes al negro, no te enfríes
vida mía.

Te cambiaré, sólo déjame empezar destruyéndome,
cual forjador que golpea sin piedad pero con medida,
como alfarero, que destruye para rehacer crear nuevas formas.

Psicosis que ve de más.

Perdido en sentimientos antagonistas,
un desazón y una repugnancia me rodea,
una tenue luz, como el claro de luna,
me ilumina dándome tantos tonos de gris.

¡Ah!, ¡no veía esto vida mía!
¡hay tantos tonos!,
¡ya no veo con mis ojos!,
¡pero estos que ven son tan cambiantes!;
me tienta el delirio, y veo tanto ahora.

Me dejas ver noche lo que escondes,
me dejas ver humano, lo que haces,
me dejas ver sol, lo que quemas,
me dejas ver viento, lo que rodeas.

Y yo no me encuentro, en lo que veo, que veo tanto
estoy alienado, desposeo lo que veo, lo que siento.

A la lejanía de las pieles/ El dolor de mis dedos

Quieren mis dedos entrelazarse a los tuyos,
acariciar la suavidad de tu piel y delinear las curvas de tu figura,
mi querida mujer, mi amada, mi amiga.
Quiero amarte con desmesura.

Quiero elogiar tu existencia,
que me duele y me genera alegría,
que paradoja de ser enamoradizo de tales dolores,
de fetiches sin sentido, que me quitan el terror.

Quiero deformar las palabras, crear nuevas para ti,
expresar colores en tonos y metamorfosear los olores,
desgarrar lo carnal y darle tonos dulces,
sin sabor, salados, y mantener la frescura que tienes.

Dame forma con tus dedos, con tu manos y caricias,
dame forma con tus palabras, dame para amarte,
que si das tal gusto, ¡hay amiga mía!, no habrá quien
ame más que este al que le sufren los dedos.

domingo, 3 de abril de 2011

Austera. EL cuento que se figura.

Un ligero cosquilleo le regala una caricia, la cual resulta un poco antagonista a la situación, y la garganta no sabe como está hecha un nudo.


Le es tan delicioso desahogarse, tan agradable, pero no puede salir del pozo que hay en su cabeza,que le rodea.


-"Podría salir de ese pozo, pero no hay otro ahora que me quite la sed como este"..."He escuchado que cuando se quiere dejar uno, se busca otro, pero los otros que vienen a mi, me podrían ahogar, o no me podrían saciar.
Además no quiero otro... ¡No!, definitivamente no encontraré agua más dulce y fresca que la que me ahoga."


Y se debatía, una y otra vez, sin entender que el agua que le calmaba ahora le ahogaba, que podría encontrar mejor que tal pozo cuando menos lo buscara, pero no podría ver uno diferente mientras se ahogara.

Y sin pensar, Tragaba, se ahogaba.


No había agua que se mimetizara, que se hiciese menos densa y le ayudara a salir, por que al fin y al cabo a tales aguas no se entran mas que el pozo, el agua, y quien bebía de esta.

domingo, 13 de marzo de 2011

Canibal

Desearía que este este impulso dulce y químico, acabase,
tan típico de el carnis;efímero.
Y aunque es tan dulce, es dulce de un canibal solitario,
desería poder llenarme con suaves deseos, no como ese impulso.

Le llamaré entonces romance, seré un canibal agridulce
esperare los momentos agrios y dulces,
y por ahora me alimentare de esos suaves deseos.

¿Por qué entonces?
"Una eternidad es querer este instante";
no le llamaré al deseo una serpiente;
no le llamaré al azucar una manzana;
quiero alimentarme de agua.

¿por qué entonces?
Saborear la cascara de la manzana
tan debilmente, como solitario,
sin serpiente, y sin destierro.

En donde los suaves deseos son agridulces,
los deseos solitarios y de carnis son dulces,
uno es de canibales y otro de canibal solitario.

Imaginar a merced del viento es.

Y no es que me soltaré al conocimiento de tus dedos,
de estos que no se han tocado aunque haya un tacto,
casi figurativo, que resulta literal por ser virtual.

¡Y yo que sé!, si veré el atardecer de tonos cálidos,
hasta ligeramente degustare del hastiante calor,
yo que sé si será igual a tal como me lo imagino;
bajo la tenue sombra de unos arboles,
cuyas hojas ya secas bailan al caer
por que viento casi no habrá por un momento,
y que parecen crepitar al caer,
un constante crepitar cuando empiece,
el viento del atardecer, del ocaso llamando la noche,
allí empezará el ruido mientras las hojas se soban unas a otras.

Y yo seguro estaré con pocas palabras, en la boca
escondiéndolas bajo un sorbo silencioso,
¿y tú?
Tú mirarás y quizás busques la conversación
que está perdida detrás de mi garganta.

Y bien, mientras se espera a que ocurra eso
nos seguiremos llamando algo afectivamente por
un par de adjetivos algo despectivos, que en realidad
no demuestra un ligero aprecio, lejano y quizás figurativo también.

B a

Bajo el fugaz destello de la alegría,
una tosca sonrisa jocosa se despierta;
se estíra debil pero con fuerza,
despierta un agrado.

Porque contar una historia fue tan divertida,
porque no fue escurridiza,
pero se me resbala de las manos,
no puedo evitar escribirla, escribirtela,
querido amigo.

Ella sonríe levemente, suavemente,
casi rie, mientras lo cuenta tan jocosamente,
pero llora y sufre tan agudamente,
cuando le duele.

¿Que has decidido?, ¿que has aprendido?,
querida beatrice, querida beatriz, querida b a.

PD: Dedicada a Angest

¡Tú!

¡Ya quisiera yo!, quisiera yo, poder decir;
Poder decir que ya no puedo mas y que te necesito.
Ya quisiera gritarlo y llegar corriendo a ti,
soltando un respiro agresivo,
cual chico -otro que no sea yo- que ha corrido para verte.
que necesito refugio y un oído,
albergarme dentro de tus parpados y
abrazarme con pulgares a tus pómulos, vivir
como un huésped en tu rostro.
Calentándome con unos tibios
rosados, rojos...labios.

Ya ves, para mi es un santuario,
donde me calmaré de vez en cuando
del cual también me iré por ratos.
Pero para ti puedo ser no más que un hombre bajo un puente,
que solo viene a resguardarse del frío.
Puede a irse a vagar en el día a otro lugar;
A distraerse, pero yo estaré sin buscar otro refugio más.


.Ahora bien, bien temo yo...


...Bien temo yo, del frío de esta noche.

Temo yo, que en realidad no sea yo,
más que un huésped bajo un puente.